Las Islas Ballestas son unas islas en el océano Pacífico, próximas a la costa del Perú. Se encuentran al sur de Lima, en las cercanías de la ciudad de Pisco y la península de Paracas. En esta península se pueden alquilar lanchas que le llevan hasta las islas. No se permite desembarcar, cosa de no molestar a los animales que allí viven, pero se acercan lo suficiente para poder apreciar mucho más de lo que vemos todos los días.
Pomposamente apodado el "Galápagos de los pobres" a las Islas Ballestas para hacer una excursión memorable. La única manera de llegar es con un paseo en barco, ofrecido por varias agencias de viajes. Ninguno de los barcos pequeños tiene una cabina, que sirve de protección contra el viento, rocío y el sol. Cuando el mar se pone difícil, para los que sufren de mareo por movimiento, deben tomar la medicación antes de embarcar.
Use un sombrero (los baratos se venden en el puerto), ya que es usual recibir un golpe directo de guano (excremento) de las aves marinas.
En la ruta del viaje en barco hacia el exterior, que dura aproximadamente 1hora y media, no puede faltar el famoso geoglifo El Candelabro, una figura gigante grabada en las colinas de arena, que es más de 150m de alto y 50m de ancho. Nadie sabe exactamente quien hizo el geoglifo, ni cuándo, ni lo que significa, pero abundan las teorías. Algunos lo conectan a las Líneas de Nazca, mientras que otros proponen que sirvió como guía de navegación para los marineros antiguos, y se basó en la constelación de la Cruz del Sur. Algunos incluso creen que se han inspirado en una especie de cactus locales con propiedades alucinógenas.
Una hora dura el crucero en torno a los arcos de las islas y cuevas, para ver las grandes manadas de leones de mar ruidosos en las rocas. Las aves más comunes que producen el guano son el guanay, el piquero peruano, y el pelícano peruano, y se ve en las colonias. También podrás ver pelícanos, lobos marinos, pingüinos de Humboldt y, si hay suerte vera hasta los delfines.
Aunque no puede acercarse lo suficiente a la vida silvestre, algunas especies, especialmente los pingüinos, son más visibles con largavistas. En su viaje de regreso, pida y trate de ver los flamencos, que se encuentran generalmente en la parte sur de la bahía y no en la ruta directa del barco. Los flamencos no siempre están allí, sin embargo la mejor época es de junio a agosto.
De regreso a tierra, en el viaje de regreso a Pisco, puede continuar el recorrido por la Reserva Nacional de Paracas. Si decide tomar un bocado puede comer en las cabañas frente al mar en Paracas.
